sábado, 19 de abril de 2008

Descubriendo


Es mi segunda semana y me siento muy bien. Puedo comer lo que se me antoje (cuidando evitar cosas condimentadas o picantes porque me incomodan mucho) y no engordo un gramo, si no todo lo contrario.

Una mañana amanecí con antojos de un pequeño placer que tiene mucho no disfrutaba por el asunto calórico: Papilla.

De pequeña (cuando era muy delgada) me encantaba comer cantidades exageradas de papillas para bebé, de esas que agregas leche y quedan deliciosas. Hace algunos días decidí disfrutar de eso de nuevo y me di cuenta de algo sumamente agradable:

Podía vomitarla sin ningún problema.

Puedo sacarla casi sin esfuerzo, y como plus, sin malos sabores de boca, porque conserva el asunto dulzón. Ahora la llevo a la escuela para desayunar, puedo entrar al baño y salir sin ruidos guturales ni ojos rojos que delaten.

¿Alguien sabe de otros alimentos que sean falicitos?

miércoles, 9 de abril de 2008

Empezando...

Justo así es como me veo.

Pero estoy cansada de verme así.

A mis veinte años debería ser fácil encontrar ropa adecuada, sin embargo cada vez es más difícil vestirme sin verme como una mujer mayor. ¿Dietas? ¿Alimentación balanceada? No funciona, por lo menos no conmigo. Después de los siete kilos todo se hace difícil y la dejo a un lado. Me es casi inevitable controlarme y dejar de comer.

"Si no puedes dejar de comer, entonces no dejes que te engorde" Se me vino a la mente un día. Ser bulímica. Vomitar. Y lo intenté, hace como dos años lo intenté, pero no funcionó. Algo de "eso está mal" no me dejaba vomitar en paz y decidí dejarlo y olvidarlo.

Lo pensé mucho tiempo, tal vez demasiado. Si hubiera decidido ser bulímica hace dos años, ahora no me estaría preocupando por bajar las toneladas de kilos que tengo de más y sería una mujer de veinte años, a quien al verla, no fuera "gorda" la primera palabra que se te viene a la mente.

No es que quiera quedar en huesos, solo quiero llegar a mi peso "ideal", que según los múltiples cálculos de masa corporal, es alrededor de 60 kilos.

Hace como dos semanas me propuse ver si funcionaba ésta vez el vomitar, y para mi sorpresa, funcionó. No se me dificulta, ni físicamente ni moralmente como antes; logré bajar un kilo y medio en las primeras dos semanas, a pesar de no seguir "al pie de la letra" y a veces no vomitar después de comer.

Ahora necesito seguir adelante y quitarme de encima todos los kilos que me faltan para llegar a mi meta: ser delgada. ¿De cuánto estamos hablando? De 35 kilos.

De ahora en adelante éste será mi diario, mi block de notas, mi desahogo. Espero me ayuden a seguir adelante en éste largo trayecto.

Un kilo de besos..
Amarilis.